Esta Iglesia fue fundada en el año 1550, junto con el hospital Santa Ana que, en aquella época, tenía la misión de brindar atención a los indios pobres de la comunidad.

 

A lo largo de su existencia, esta iglesia ha pasado por una serie de restauraciones, siendo la última, realizada en el año 1963. Es considerada en nuestros días Patrimonio Cultural Inmueble de la Nación, en cuyo interior se puede encontrar un magnífico cuadro del arzobispo Jerónimo de Loayza, quien fuera uno de los principales propulsores de la edificación de la parroquia.

 

La iglesia mantiene su original planta de cruz latina. El edificio cuenta con dos fachadas con notoria influencia neoclásica, donde se encuentra la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, así como también la imagen de Santa Ana.

 

Al interior cuenta con una serie de retablos. El retablo mayor del templo es una pieza de arte religioso del siglo XIX. Es una obra neoclásica de gran belleza. Otros retablos que llaman la atención del templo son el retablo de Nuestra Señora de Loreto y el de las Ánimas, que fueran hechos en el siglo XVIII, de claro estilo rococó; los retablos de San José, el de la Virgen de los Dolores, el del Señor de los Milagros, el de San Antonio de Padua, Santa Rosa de Lima, San Judas Tadeo, entre otros, que datan del siglo XIX, todos de estilo neoclásico. Los retablos de la Inmaculada Concepción y el Sagrado Corazón de Jesús son obras neogóticas del siglo XX, mismo periodo que el retablo del Baptisterio.